Así que ante este panorama cuando Gribeauval, consiguió imponer sus tesis a otras proposiciones de reforma, lo primero que hizo fue dividir la artilería en cuatro tipos, de costa, de asedio, de plaza y de campaña. Su mayor empeño estuvo en las piezas de campaña sobre las que aplico una estandarización del conjunto, desde las cargas de munición hasta las herramientas de reparaciones. El número de tipos de piezas de campaña para los cañones se redujo a tres tipos 4, 8, y 12 libras y para los obuses 6 y 8 libras.
Gribeauval también redujo la longitud de las ánimas y el grosor de los tubos, usando la técnica del fundido macizo que luego se perforaba frente al fundido hueco. Aunque a priori esto reducía la cantidad de la carga de pólvora se compenso con unos proyectiles perfectamente esféricos y bien calibrados que se ajustaban perfectamente a la pieza lo cual conseguía una mayor eficacia de los gases propelentes durante el disparo. También se impuso el uso de cargas de pólvora prefabricadas y se sustituyo el sistema de cuñas por el de tornillos para apuntar la pieza así como una mira ajustable que tambien mejoraba la puntería del artillero. Las cuñeras también se mejoraron gracias a unas gualderas aligeradas. Todo esto unido a los avantrenes mejorado daban un peso final de dos toneladas para un cañón francés de 12 libras.
Tampoco el resto de los elementos, cuñeras, armones, forjas de campaña se libraron del rediseño; por ejemplo las ruedas aumentaron su tamaño lo que le hacía más maniobrable en campaña, con sólo dos tamaños e intercambiables para todos .Por otra parte el interior de los armones se compartimentó para los diferentes tipos de munición con espacios para las mechas herramienta…
La reforma llegó tambien a los tiros de caballos con nuevos modelos de arneses que aumentaban el rendimiento con menor numero de animales por pieza. También hubo otros detalles más específicos, como el cofre sobre la cuñera en el cabían entre 9 y 18 proyectiles para se usados inmediatamente con lo que se podía empezar el fuego sin necesidad de esperar la llegada del armón de municiones. También en 1800 se militarizó el tren de artillería y las piezas eran transportadas por los mismos soldados que luego hacían fuego con ellas, evitando los problemas con los civiles que antes habíamos comentado.
La reforma de Gribeauval en resumen contó entre sus grandes logros, la estandarización, la movilidad que consiguió que la artillería llegase a los campos de batalla casi al mismo tiempo que la infantería y bombardear objetivos en campaña a más de un kilómetro.
La instrucción de los artilleros en cuanto a montar la pieza apuntarla y disparar tomó tanta importancia como la tenía en otras armas. Otro logro de Gribeauval al margen del específicamente artillero fue el imponer criterios técnicos y científicos en contraposición a otros criterios puramente militares basados en la valentía, la obediencia y el honor, ya que un arma que podía matar a esa distancia no encajaba en esos obsoletos parámetros; de hecho mandos de la época acogieron de mala gana esos cambios que estaban basados en un enfoque más racional de la guerra.
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