El buen rendimiento de los tanques pesados KV-1 soviéticos en servicio en 1941, fue impactante para los alemanes, pero poco a poco mejoraron los cañones alemanes y por ende los tanques soviéticos perdieron su invulnerabilidad, mientras que sus propios cañones de 76.2mm eran insuficientes contra los nuevos tipos de tanques alemanes. Como solución de emergencia los soviéticos diseñaron el KV-85, con un cañón de 85 mm, carros que se construyeron en la segunda mitad de 1943, hasta que la producción de ese tanque terminó. En la URSS fueron fabricados unas 10.000 unidades de ese modelo.
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