domingo, 3 de junio de 2012

t 34





El T-34 es un tanque (o carro de combate) medio de fabricación soviética que fue producido desde 1940 a 1958. Estaba considerado el mejor tanque cuando la Unión Soviética entró en la Segunda Guerra Mundial. En la actualidad, es considerado el mejor tanque que haya intervenido en la Segunda Guerra Mundial,1 no por tener el blindaje más grueso ni la mayor potencia de fuego, sino por su equilibrio en el campo de batalla. Y ello incluso por encima de tanques de tanta potencia de fuego como los alemanes y tan rápidos como los de los aliados. Su diseño fue el más efectivo e influyente de toda la guerra. Las primeras unidades fueron producidas en la fábrica KhPZ en Járkov en 1940, Ucrania. Fue el arma principal de las fuerzas blindadas soviéticas durante la II Guerra Mundial y fue muy exportado posteriormente. También fue el tanque más producido durante dicho conflicto y el segundo de toda la historia, tras su sucesor, el T-54/55. Algunos T-34 siguieron siendo usados durante los años 1990. Se calcula que se fabricaron cerca de 100.000 T-34 desde 1940.2

El desarrollo del T-34 partió de la serie de tanques rápidos BT, con la intención de reemplazar los BT y el tanque de infantería T-26. Tras el poco éxito de los tanques soviéticos en la Guerra Civil Española, la falta de protección se hizo notable. El T-34 Se trataba del tanque que mejor equilibraba la potencia de fuego, movilidad y protección de los existentes, aunque inicialmente su eficacia en el campo de batalla fue malograda debido a la mala disposición ergonómica del compartimiento de la tripulación, la carencia de radios, falta de municiones y el empleo de tácticas pobres, así como una decadente y anticuada cadena de mando.

A finales de 1943 se introdujo el mejorado T-34-85, con un cañón de mayor potencia. El diseño y construcción del tanque fueron continuamente refinados durante la guerra para mejorar su eficacia y reducir los costes, permitiendo que se dispusiera constantemente de más cantidad de tanques. Hacia 1945, el versátil y rentable T-34 había sustituido a la mayoría de tanques pesados y ligeros en servicio. Fue una influencia en el desarrollo posterior del nuevo concepto de tanque, el tanque de combate principal.


En los años 1930, la mayoría de los tanques soviéticos eran el tanque ligero T-26 y la serie de tanques rápidos BT. El T-26 era un tanque de infantería lento, diseñado para mantener el paso con los soldados. Los tanques BT eran tanques de caballería, muy rápidos y ligeros, diseñados para luchar contra otros tanques, pero no contra la infantería. Ambos tenían un blindaje delgado y empleaban gasolina, como la mayoría de los diseños de los años 30, que solían arder en llamas por problemas en el motor. El diésel se convirtió en una ventaja que los soviéticos supieron aprovechar, a pesar de ser más ruidoso, y por lo tanto, más fácil de descubrir.

La Guerra Civil Española fue toda una inspiración para el Ejército Rojo, quienes se dieron cuenta de las debilidades de sus tanques, lo cual los llevó a la búsqueda de unos reemplazos. De este proyecto saldría el T-34 modelo 1940 y el KV-1.

En 1937, el ingeniero Mijaíl Koshkin fue asignado por el Ejército Rojo para dirigir un nuevo equipo encargado de diseñar un reemplazo para los tanques BT, en la fábrica KhPZ de Járkov. El prototipo, denominado A-20, tenía un blindaje de 20 mm y un cañón de 45 mm. Koshkin convenció a Stalin de dejarle desarrollar un segundo prototipo, un tanque universal más blindado y mejor armado que reemplazaría tanto a los T-26 como a los tanques BT. El segundo prototipo, designado A-32 pero pronto renombrado T-32, tenía blindajes de 30 mm de espesor en los laterales del chasis y un cañón de 76 mm.
                                     
Escaramuza en Ogledow

Una anécdota de los T-34-85 muestra la efectividad de este carro de combate, en las circunstancias adecuadas. El 12 de agosto de 1944 el teniente Aleksander Oskin se encontraba realizando un reconocimiento armado en Ogledow (Polonia), al mando de su T-34-85 y una escuadra de infantería. Tras ver aproximarse una compañía alemana acompañada por granaderos Panzer (que resultó ser parte del 501 Batallón de Tanques Pesados), procedieron a ocultar el tanque mediante ramas y arbustos. Para su sorpresa los alemanes, en lugar de avanzar una pantalla de infantería para explorar, enviaron una patrulla de tres tanques sin acompañamiento, que además se introdujeron en el pueblo en fila india, como en un desfile, en lugar de desplegarse.

Oskin, creyendo erróneamente que se trataba de tres Panther tripulados por novatos, se dispuso a destruirlos antes de retirarse. Sin embargo, en realidad se trataba del nuevo Tiger II, sobre el cual el ejército soviético aún no tenía datos. Frente al pueblo, contando los tres adelantados, se hallaban ocho tanques de los 20 que habían iniciado la marcha horas antes; el resto se había retrasado por problemas mecánicos. Al acercarse la patrulla Oskin se dio cuenta de su error. Pero la situación era tan a su favor que decidió probar suerte: se hallaba en una posición oculta, con proyectiles perforantes BR-365P de sobra, a tan solo 200 metros, justo en el flanco de un enemigo que avanzaba en fila sin infantería de acompañamiento, y desenfilado del resto de su fuerza principal, con lo que estaría más allá de toda ayuda exterior durante varios minutos.

El primer disparo impactó en el blindaje lateral de la torreta del segundo Tiger II. El impacto provocó una explosión interna que mató a toda la tripulación, pero como el tanque seguía en movimiento, Oskin acabó disparándole hasta cinco veces más. Los otros dos Tiger II no lograban localizar a los rusos a causa del humo y el polvo, giraron las torretas en la dirección adecuada. Los tres impactos siguientes, a pesar de ser realizados con proyectiles perforantes, rebotaron en el grueso blindaje frontal del Tiger II de cabeza. Pero con el cuarto disparo Oskin logró un impacto de fortuna en el anillo de la torreta, provocando otra explosión interna. El tercer Tiger II, incapaz de localizar la fuente de los disparos, se dio por vencido y recibió un impacto en el motor mientras se retiraba, quedando también inutilizado.

En los combates subsiguientes el batallón 501 perdió 11 tanques más, para un total de 14, algunos lo bastante íntegros para permitir a los soviéticos analizar el nuevo modelo.7



 

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